viernes, 17 de junio de 2011

EL ESOTERISMO, UNA ASIGNATURA MÁS





EL ESOTERISMO, UNA ASIGNATURA MÁS

En pleno año 2011 y a pesar de los grandes avances científicos y tecnológicos a nuestra disposición, el mundo de lo esotérico sigue estando a la orden del día. Desde épocas ancestrales hasta nuestro más inmediato presente, en cada rincón del mundo, el arte de la videncia, la magia, las ciencias ocultas o el mentalismo, entre tantos, se conforman no sólo como temas de interés, de curiosidad o de ocio, sino como auténticas formas de entender la vida, de respuesta a toda índole de problemas y, además, como una manera de ganarse el pan o como ayuda económica, tanto por necesidad, devoción o simple hobby.
Las ramificaciones que surgen de este incógnito mundo son innumerables, pero partamos de raíz, ¿se trata de un don, de una cualidad inherente a determinados seres humanos o, por el contrario, de una habilidad aprehendida, de una actividad que se puede dar a conocer, practicar y aprender? Quizá esta distinción quede más determinada dependiendo del tipo de arte en cuestión, tratándose el don de la videncia de algo más místico, sobrenatural, propio e irracional y otras artes esotéricas, tales como el mentalismo, la magia o el fengshui, más ligadas al conocimiento, al aprendizaje y a la habilidad de la que fácilmente podemos formar parte si nos dedicamos a conocer.
En este sentido, son muchas las opciones que se nos presentan: manuales gratuitos en la red, libros sobre la materia, cursos ofertados y un sinfín de personas dispuestas a enseñar el arte en cuestión a cambio, generalmente, de una remuneración económica. ¿Profesores y alumnos? ¿Maestros y discípulos? ¿Profesionales y aprendices? El tema está claro: hoy día, el esoterismo es una asignatura más.


MAGIA Y MENTALISMO
“La antigüedad fue la cuna de la magia, pero sólo porque el arte estaba todavía en su infancia”. El padre de la magia moderna, el gran Robert Houdin, nos dejó esta frase. Y sí, la magia existe desde la Antigüedad y, seguramente, desde tiempos más remotos. ¿No practicó magia el mismo Moisés con su callado delante del rey egipcio? ¿No era acaso magia aquello que practicaban los chamanes y brujos de los tiempos prehistóricos?

Ya en la Edad Media, magos ambulantes recorrían mundo acompañando a los juglares, titiriteros y trovadores en sus espectáculos, pero será en el Siglo XVII cuando la magia se asiente y se solidifique y, dos siglos más tarde, cuando se convierta en un trabajo remunerado, en una auténtica profesión; y, como en toda profesión de antaño (y no pocas en la actualidad), la magia ha sido enseñada y aprendida, transmitida de generación en generación, en la concreta imagen de los maestros y los aprendices. Aunque, por desgracia, esta imagen no es siempre la que uno espera.

 
La historia de un alumno y un maestro
Hay constancia escrita de que antiguamente existieron magos que utilizaban la magia como una herramienta de poder; a través de una serie de habilidades y con el pretexto de este arte, engañaron, manipularon e incluso llegaron a someter a personas de su igual.
“Durante mucho tiempo, dentro del mundo de lo esotérico, muchos magos realizaban pequeños espectáculos personales para sacarle dinero a la gente, haciéndoles ver que ellos tenían poderes, que podían hacerlos contactar con otras personas”. José Valverde o Pepe Valgreen, como se hace llamar ante su público, tiene un férreo ideal sobre la magia: la no realización de las prácticas esotéricas mediante la manipulación para el propio beneficio de su ejecutor. Escéptico y racional, Valverde admira la figura de Robert Houdin, mago desenmascarador de magos que fingían poseer facultades sobrenaturales que en verdad no tenían.
La magia es una fantasía de trucos, la habilidad de hacer ver y creer cosas que se están produciendo mientras en otro lado, en otra parte, nuestra atención está siendo captada por el mago. Hasta el magnífico escapista Houdini empleaba el truco más sencillo: todo el orden que él desarrollaba para desatarse empezaba siempre con la llave que su mujer le pasaba de su boca a la suya en un beso que se daban ante el público antes de comenzar el truco; en esa despedida, la llave depositada en su boca le permitía abrir la primera cadena que le posibilitaba así tener las manos libres para poder escaparse.
José Valverde tiene cincuenta y dos años y tan sólo dos años de experiencia en el mundo de la magia. Actualmente, realiza pequeños espectáculos, según sus palabras, para conseguir sacar una sonrisa a las personas, para hacerles olvidar sus problemas diarios, aunque sólo sea por un ratito. “La magia jamás me había llamado la atención, nunca me gustó. Pero me sucedió algo a nivel personal, falleció una persona muy querida, y eso me hizo ver este arte como algo hermoso, bonito. Me parece maravilloso, me parece el mejor regalo que le puedes hacer a alguien, hacerles olvidar sus propios problemas”.



Al igual que Houdin con De Grissi, su maestro, Valverde también contó, años atrás, con su propio profesor de magia, el actual mentalista Pablo Segóbriga. “Pablo fue mi contacto con el mundo de la magia; realmente no aprendí mucho con él porque tampoco él me enseñó mucho. Da unas pequeñas clases donde enseña un poco los valores elementales de la magia, pero luego, realmente, no enseña nada”. Pablo Segóbriga se reúne  habitualmente, a día de hoy, los martes en la sala “Houdini” con su círculo de alumnos. Sin embargo, su antiguo alumno, Pepe Valgreen, dice haber aprendido magia realmente viendo a los auténticos magos en los escenarios. Ya ha enseñado algo de magia, pero no tiene ninguna pretensión de formar una escuela, de tener nada organizado. “Para mí la magia es un divertimento; es bonita, es muy agradable. Me produce mucha satisfacción y muy buenos momentos. A quienes he enseñado entienden lo mismo que yo, que es fantástico poder hacer algo a alguien para poderle abstraer de sus problemas”.
El concepto de magia entre maestro y alumno dista en muchos aspectos. Segóbriga es experto en mentalismo de espectáculo; Valverde, en hacer sonreír a la gente. “El mentalismo como espectáculo lo que quiere aparentar es que la persona que lo realiza tiene facultades para poder ver el futuro, para poder descubrir cosas. El mago se pone en una posición superior al público, como si tuviera poder. Pero indudablemente no lo tiene”.
La historia de Pepe Valgreen sólo es una entre tantas, una de tantas historias en las que el discípulo reniega de su maestro. Pero renegar de un maestro no es un hecho compartido por muchos; al menos, no por aquellos que han contado con mejor suerte.

 
FENGSHUI, LA CARA MÁS PURA DEL ESOTERISMO
El terreno esotérico presenta caminos inimaginables. Más allá del concepto comprendido por norma general, no sólo la magia, la videncia o las ciencias ocultas conforman este sobrenatural y misterioso mundo. Sin ir más lejos, la cultura oriental nos deleita con un legado de prácticas que cumplen con el significado de esotérico que, según la RAE, sería aquello que es “oculto, reservado, que es impenetrable o de difícil acceso para la mente”. El arte del fengshui, entre muchos, reúne estas características.
El fengshui es una disciplina oriental que trata de trabajar nuestro “cuerpo de energía” a través de su relación con el espacio. Para el fengshui, el espacio es una herramienta que permite mejorar tu salud, tu economía o tus relaciones personales; sin embargo, en último término, es una herramienta para mejorar el propio nivel de conciencia, nuestro nivel de autoconocimiento. “Cuando una persona se interesa por el fengshui siempre empieza planteándote los problemas básicos, que son la pareja, el trabajo y el dinero, los problemas que tenemos todo el mundo. Es como todo, primero comer, luego vestir, luego la casa… la pirámide de necesidades. En el fengshui pasa igual. Pero básicamente el fengshui sería eso, utilizar el espacio para los fines personales que tú anheles, para los sueños que tú anheles cumplir en tu vida”.
La historia de Susana del Peso y su relación con el fengshui es una auténtica historia de amor, un flechazo que ocurrió hace más de cinco años. “Fue curioso, fue en un herbolario. Estaba tratándome con acupuntura porque tenía una lesión física y de alguna manera, no sé cómo, cuando fui al herbolario a comprar lo que me había mandado mi acupuntora, encontré un folleto de fengshui que anunciaba un curso introductorio. Lo cogí, fui al curso y se acabó, mi vida cambió literalmente, de alguna manera, vivía otra vez”. Años suficientes para cambiar una vida entera.

Susana trabaja en una empresa de informática desde los veintidós años, pero podría decirse que lleva una intensa doble vida: profesora de fengshui, monitora de taichí, Chi Kung y otras actividades más relacionadas con la espiritualidad, como el chamanismo centroamericano y, por si fuera poco, pasa consulta de medicina biológica, medicina que trabaja con fitoterapia bajo un paradigma en el que lo se que se busca son las causas de los problemas en lugar de la cura del problema en sí. “Son un montón de cosas pero todas tienen el mismo fin: por una parte, conocerme a mí; por otra, conocer un poquito a los demás”. 
Abuelo Fuego, Hermano Viento
El fengshui, como muchas otras prácticas, también ha mamado de artes más antiguas; entre ellas, destaca el chamanismo, concretamente, el chamanismo centroamericano. El chamanismo trabaja con la energía de la Tierra, conectando con ella, siendo también esta base uno de los principios del fengshui. “El espacio no es nuestra casa, nuestra casa no es nuestra casa, nuestra casa es la Tierra. Es ella la que nos sostiene, la que nos sostiene cuando caminamos, ya estemos en la Gran Vía o en la mejor montaña del mundo”. Los chamanes están conectados con la Tierra de un modo espectacular, tremendo, a través de las estrellas, de todo lo que tiene que ver con la naturaleza. Trabajan con los elementos, el agua, el fuego y el viento, envueltos en una visión de la vida absolutamente diferente. “Es otra vida, vives de otra manera. Aquí, nadie cuando camina se fija en sus pies…”.
Para Susana, hagas lo que hagas, practiques la técnica que practiques, el fin siempre es el mismo: llegar a la energía. “Practicar taichí, fengshui, meditar… todo son formas de llegar a la energía, todos coinciden en una cosa: lo importante no es la técnica que utilices, sino la esencia que hay detrás”.

"Si reniegas de tus profesores, algo cruje"
A diferencia de sus principales maestros, Susana no puede dedicarse exclusivamente al sueño de su vida. “Yo trabajo en una empresa informática porque es con lo que gano dinero. Necesito ganar dinero para poder hacer lo que me gusta; si no tuviera dinero no podría dar mis clases de taichí ni irme a China este verano, por ejemplo”. Susana es consciente de que su país es España, y de que la vida en España dista en exceso con la idílica vida propia de las culturas cuyas prácticas lleva a cabo. “Tienes que vivir en el planeta en el que vives, en el entorno en el que vives. Ésta es mi cultura, Hume ya decía, “no abandones nunca tu cultura”. No podría ser hindú, aunque me dedicara a ello toda mi vida”. La cultura propia no se puede abandonar, está demasiado arraigada, demasiado dentro de nuestro psique. Pero, como dice Susana, sí podemos absorber de otras culturas todo lo que podamos, reciclarlo, hacer que nos sirva y que nos sea útil en nuestra vida, en nuestro día a día.
Tarjeta Personal Susana del Peso

Susana del Peso ofrece dos tipos de cursos, uno introductorio donde trata de enseñar las raíces y la esencia del fengshui, y otro de especialista de cinco de meses de duración en el que se experimenta la base de esta práctica, la conexión con la naturaleza. Éstos últimos, admite, no son realmente suyos, sino creados por su maestro en el Taller del Hábitat, Barcelona. “Me propusieron hacerlos aquí, en Madrid, y me apeteció mucho. Pero todo el material didáctico lo han hecho ellos, después de muchísimos años practicando fengshui. Soy profesora por cuenta del Taller del Hábitat, para mí es un lujo poder dar un curso de mis profesores”. Susana se siente orgullosa de sus maestros; ahora, su objetivo, es poder transmitir todo ese conocimiento, conocimiento que le ha resultado más que útil en su vida personal. Valora su suerte por haberles encontrado sin necesidad de dar muchas vueltas. “Son estupendos, gente que de verdad merece la pena conocer”, y tiene muy clara la importancia de la gratitud que se le debe a un maestro. “Si reniegas de tus profesores hay algo que tienes que mirar. Si reniegas y a la vez sigues utilizando lo que te enseñaron… algo cruje”.

Su opinión sobre el esoterismo y sobre los profesionales y los “profesionales” del esoterismo es amplia y comprensiva. La gente se tiene que buscar la vida. ¿Es malo el ladrón? ¿Y el que engaña con cartas? Descarta los juicios morales. “La energía no enjuicia; la Tierra nos sostiene a todos, incluso a los asesinos”. Susana reconoce que la profesionalidad es escasa, especialmente dentro del ámbito de la videncia y de la intuición; pese a todo, no duda en defender este místico don. “Hay gente muy sensitiva, que sencillamente tiene ese don, ¿por qué? Porque, por lo que sea, se les dio. Eso no se estudia en la facultad, no tienes un título, o lo haces o no lo haces, o curas o no curas… Igual que yo puedo sentir cuando hay gente cerca y cuando no, ellos son capaces de sentir eso elevado a un millón, y ya está. No es tan raro, hay gente que ve bien de cerca y gente que no, pues es igual, lo que pasa es que la mayoría vemos muy poquito y ellos son capaces de ver y sentir mucho más”.
José Valverde Y Susana del Peso discrepan en sus opiniones, especialmente en cuanto a la posesión de facultades psíquicas más allá de lo normal. ¿Qué opinaría una de las videntes y médiums más prestigiosas del mundo? Queremos una última opinión.

MENCIÓN ESPECIAL: VIDENCIA, MEDIUMNIDAD Y SANACIÓN
Navegar por la red en busca de cursos de formación sobre videncia y tarot es tarea relativamente sencilla. Son cientos los manuales colgados en páginas web y cientos las posibilidades de un hipotético tutor online que resolverá tus dudas, evaluará y, por si fuera poco, te enviará a tu domicilio un auténtico título acreditativo. ¿Fiabilidad? Nunca se sabe. Quizá, dentro de lo esotérico, este arte sea la más dudosa para los más escépticos; pero también es cierto que podemos encontrar una profesionalidad más creíble y formal en determinadas asociaciones, institutos y escuelas relacionados con el arte de la videncia y la intuición.
Buen ejemplo de ello es el Instituto de Ciencias Intuitivas y Terapéuticas Izarpe. Ubicado en San Sebastián (País Vasco), supone la primera escuela de Europa en formación exclusiva de videntes, médiums y sanadores, ofreciendo la titulación de “Experto/a en Ciencias de la Intuición con mención especial en Videncia, Mediumnidad y/o Sanación”. Izarpe ofrece cursos de videncia, tarot, lectura de manos, numerología, raiki, autoestima o cristaloterapia (sanación con cristales) entre otros. 


Su sitio web reza y asegura una formación “seria y estricta, reglando un aspecto que, hasta la fecha, no lo está”, aunando el mundo de lo “alternativo” con el académico; del mismo modo, afirma: “la persona intuitiva debe conseguir un equilibrio entre lo mental, espiritual, psíquico y físico”, otorgándole un valor añadido al mundo de la psicología y la sociología.
El curso de videncia tiene como base el desarrollo de la intuición, “como cualquier cosa que quieras aprender, la intuición, con la práctica, con ejercicios destinados expresamente a ello, se desarrolla”. Asimilando una serie de pautas, prácticas y teóricas, se puede llegar a un mayor entendimiento  de lo que se ve, se siente, se escucha o se percibe. El principal encargado de llevar a fin esta enseñanza es el profesor Mikel Lizarralde, alumno en Canadá de la famosísima vidente y médium Marilyn Rossner. Lizarralde transmite lo aprendido de su maestra; de nuevo, profesor y alumno y alumno convertido en profesor.

Rossner. "Sólo cuando el túnel está en la más absoluta oscuridad, es cuando puede volver otra vez la luz"
Marilyn Rossner, catedrática en educación especial, psiquiatra profesional y poseedora de dos másteres, psicoterapia y psicología de la conducta. Pero la celebridad de Rossner no se relaciona con sus títulos, sino por ser considerada como una de las mejores y más prestigiosas videntes del planeta. Fue la fuente de inspiración de Steven Spielberg para su película “Poltergeist” y es modelo y referencia dentro del mundo de la intuición, el espiritismo y la videncia. La canadiense viaja cada año a nuestro país ofreciendo, en las más grandes ciudades (Madrid y Barcelona, habitualmente) unas conferencias en las que trata uno de los temas más temidos, interesantes y preocupantes para el ser humano: La vida después de la muerte. La incógnita indescifrable. La eterna duda.
Sandra Fernández Mozo, de treinta y cuatro años de edad, zamorana de nacimiento y residente en Madrid, asistió a su última conferencia en la capital el pasado 2010, “me enteré de las jornadas de esoterismo porque el tema me interesa; si existe o no la vida después de la muerte creo que es un tema que nos preocupa profundamente. Había oído hablar de Marilyn Rossner anteriormente, a gente que conozco que ya había ido a conocerla a ella”. Rossner afirma, ratifica, que la vida después de la muerte existe, “si vas a una de sus conferencias te vuelves creyente”.
En una entrevista emitida por la cadena Radio Nacional de España, en el programa “Espacio en Blanco”, la vidente opina que todos, cualquiera de nosotros, puede ser médium; sólo hay un obstáculo, el miedo que sentimos al preguntarnos qué pasará, qué nos ocurrirá después de morir. “Ella da la conferencia en inglés, con una traductora. Habla sobre todo de por qué existe vida después de la muerte y cómo ve ella esa vida que está a nuestro alrededor. Dice que ve espíritus, energías alrededor de la gente en la que se fija. Familiares, amigos… gente que esa persona quiere y que ha fallecido”. Rossner dedica la última media hora de su conferencia a un acto muy peculiar: recorrer el aforo, fijarse en determinadas personas y comunicarles un mensaje que recibe del más allá de su ser querido. “Si estás allí dices, “por favor que sea yo, que se fije en mí”. Había un chico que le dijo que no se preocupara, que su abuela pensaba en él constantemente, que le quería mucho… Daba datos muy concretos, con lo que la gente sabía que era ese familiar. Parece increíble que sepa eso, ¿no?”.
Marilyn Rossner
"La muerte no es algo definitivo, sino algo más; es un cambio"
Marilyn Rossner afirma que sólo vemos de la realidad aquello que queremos ver, pero que existe otra realidad, una realidad que no vemos, y que para poder verla hemos de agudizar nuestros sentidos y percepciones. La médium es un personaje especial, de aspecto de por sí esotérico y personalidad extrovertida y arrebatadora; y un dato, siempre lleva gafas de sol. Sandra también se había preguntado siempre el por qué, “Es muy curioso. Usa gafas de sol porque dice que las energías que ve alrededor de la gente le deslumbran. No puede ir sin ellas, constantemente sale a la calle, ve gente y alrededor de esa gente una luz que le deslumbra. Es un personaje interesante, muy interesante”.
Pero Marilyn, fuera de su actividad como médium y profesora de universidad, profesión que económicamente la sustenta, gestiona con su marido, John Rossner, sacerdote anglicano, una asociación de lucha contra el SIDA en África, “dice que todo el dinero que saca con sus conferencias como médium, con todo lo que tenga que ver con su don, lo dona a esta asociación”. Por si no fuera suficiente, es cofundadora junto con su marido del “International Institute of Integral Human Science”, instituto ubicado en Montreal (Canadá) que lucha por la integración de las religiones y la investigación de los fenómenos psíquicos, programando conferencias por todo el mundo con invitados de relevancia dentro del mundo de la investigación, la medicina, el chamanismo o la sanación desde hace treinta y tres años. El IIIHS. Instituto cuna del aprendizaje de nuestro profesor español Mikel Lizarralde. La vida puede existir o no después de la muerte.; pero el mundo, nuestro mundo físico actual, es un pañuelo.
Quizá existan personas que se hacen llamar magos capaces de leer nuestras mentes; quizá todos podamos conectar con el sol, el viento, la lluvia y las estrellas; quizá nuestros difuntos deseen comunicarse con nosotros desde el misterioso más allá. Quizá. Pero lo que es seguro, lo que es una absoluta certeza, es que el conocimiento alberga mundos insospechados; eso y que, alguna vez, todos hemos sido profesores y alumnos.

Cristina Serrano Mestre


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